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miércoles, 9 de abril de 2025

Del Urdón al Rudrón

Cuando el río  suena… ya es primavera y hay deshielo en las montañas. O también, como este invierno, han abundado las jornadas lluviosas. Sea como sea los cauces llenos coinciden con la explosión del reino vegetal en esta época del año. Los árboles se llenan de brotes y hojas verdes y las orillas de los caminos florecen en mil y un colores. Todo amenizado por la variedad de trinos de los numerosos pájaros que rompen el silencioso letargo invernal. Es época de recorrer las riberas y disfrutar de sus rincones, especialmente si la inestabilidad meteorológica propia de la época nos asegura mal tiempo o fuertes vientos en las alturas. Recorridos bañados por aguas cristalinas como las del rio Urdón nacidas de los Picos de Europa, serenas como las del Nansa en su recorrido de Peña Sagra a Tina Menor o las del Ebro y el Rudrón tallando los espectaculares cañones por las Loras burgalesas.














Fotografias realizadas en marzo y abril de 2025

domingo, 15 de mayo de 2011

A la orilluca del...

Cualquier ribera, especialmente en días nublados, es un derroche infinito de tonalidades verdes. Y ahora que apenas hace dos semanas que han eclosionado las hojas de todas las plantas caducas, internarse por las orillas de los ríos es penetrar un hábitat rebosante.








































Hacerlo por el Nansa no lo es menos, aunque posiblemente sí lo sea más fácil que por otros cauces, sobre todo si lo hacemos por una senda marcada y equipada. Desde Muñorodero, ya muy cerquita de Tina Menor, su espectacular desembocadura, hasta la central eléctrica de Camijanes, encajonada en uno de los estrechamientos que atraviesa el río, es un cómodo recorrido para realizar en cualquier época del año. Muy recomendable, además, para hacer en los calurosos días de estío.
 
 





































Accesible para todas las edades, el camino acompaña todo el tiempo el cauce, y el equipamiento con que se ha dotado la senda, permite esquivar fácilmente y con seguridad las zonas más delicadas del trayecto. Ya no tenemos disculpa para conocer los interesantes hábitat de los cursos fluviales, su rica vegetación de ribera, indispensable para mantener la biodiversidad, y pasar una jornada amenizada por el rumor de las aguas en su continuo descenso desde Peña Sagra y Tres Mares hasta Pesués. Quizá, si nos fijamos bien, hasta podamos ver un salmón remontando el curso para desovar en las zonas altas.















 







































De paso descubriremos rincones de este valle,
su aprovechamiento hidráulico desde tiempo inmemorial
-ferrerías-, o más reciente –hidroeléctrico- y como la ganadería, antaño principalmente láctea, ha cambiado a la actual para carne, o la caballar, ovina,…