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jueves, 29 de mayo de 2025

Al Urbión, el de las lagunas e inspiración de poetas

 

Inevitable, cuando uno se acerca a la sierra del Urbión, acordarse de los poetas que pasaron años y se inspiraron por las tierras sorianas: Bécquer, con el “Monte de las Ánimas“y, sobre todo, Gerardo Diego con su “Romance del Duero” y Machado en “Canciones de tierras altas” o “La tierra de Alvargonzález”, cuyos versos citan lugares emblemáticos de esta sierra y describen estos paisaje de pinares y montes.

Y es que para ascender a la Muela del Urbión, lo más accesible –y popular- es iniciar la ruta en la espectacular Laguna Negra para, ascendiendo las paredes rocosas que la rodean, dejarla pronto a tus pies y contemplarla en el centro del mar de pinares que verdean una gran extensión del Parque.

Después pasaremos por la Laguna Larga y más tarde, si aún conserva agua, dejaremos a la derecha la laguna que alimenta el río Revinuesa para alcanzar la loma que nos acerca a los metros finales de la ascensión. Desde la cumbre contemplamos al norte, en tierras riojanas,  la Laguna del Urbión cuyas aguas desembocan en el Najerilla, afluente del Ebro, y adivinamos en la otra vertiente, la soriana,  el nacimiento del Duero. No es de extrañar que el topónimo de esta montaña signifique “dos aguas buenas”.

Para el descenso podemos hacerlo por el camino que nos acerca a la Laguna Helada antes de volver al punto de inicio y terminar la ruta entre pinos.


















































Fotografías realizadas el 3 de mayo de 2025

miércoles, 9 de abril de 2025

Del Urdón al Rudrón

Cuando el río  suena… ya es primavera y hay deshielo en las montañas. O también, como este invierno, han abundado las jornadas lluviosas. Sea como sea los cauces llenos coinciden con la explosión del reino vegetal en esta época del año. Los árboles se llenan de brotes y hojas verdes y las orillas de los caminos florecen en mil y un colores. Todo amenizado por la variedad de trinos de los numerosos pájaros que rompen el silencioso letargo invernal. Es época de recorrer las riberas y disfrutar de sus rincones, especialmente si la inestabilidad meteorológica propia de la época nos asegura mal tiempo o fuertes vientos en las alturas. Recorridos bañados por aguas cristalinas como las del rio Urdón nacidas de los Picos de Europa, serenas como las del Nansa en su recorrido de Peña Sagra a Tina Menor o las del Ebro y el Rudrón tallando los espectaculares cañones por las Loras burgalesas.














Fotografias realizadas en marzo y abril de 2025

jueves, 9 de julio de 2020

La montaña de los pasiegos



Como un tótem clavado en el centro de las comarcas pasiegas, la del Pas, la del Miera y la de Las Machorras, el Castro Valnera, la montaña más alta desde Campoo al Pirineo, es una cumbre de referencia en el horizonte desde donde se contemple, ya sea desde la costa o desde otras montañas de la cordillera cantábrica. Su figura característica, con la escarpada cara norte, le hacen inconfundible entre las cimas que la rodean, altivo guardián del paisaje que se extiende a sus pies y de la gente que vive y trabaja en sus empinadas laderas. Vértice de cuencas hidrológicas, la cantábrica y la mediterránea –en su ladera sur nace el Trueba que vierte al Nela, afluente del Ebro- y límite geográfico entre la Castilla burgalesa y Cantabria, su cima es un lugar privilegiado. Ya sea desde el puerto de Lunada por el Pico La Miel, desde Pandillo en Pas, desde Los Villares por el nacimiento del Miera o desde El Bernacho, ascender hasta lo más alto es alcanzar un mirador privilegiado de gran parte de Cantabria hasta el mar por el norte o la Merindad de Sotoscuevas por el sur.
























Fotografías realizadas el 27 de junio de 2020

jueves, 27 de junio de 2019

Caminos de agua




Cuando los humanos necesitaron trasladarse a otros territorios aprovecharon los cauces de los ríos para iniciar el camino a través de sus riberas. Eso les permitía no tener que ascender y descender montañas y, sobre todo, les garantizaba la necesaria provisión de agua para el grupo durante el periplo. No es extraño que, a lo largo de la historia, conquistas, expansiones culturales o éxodos demográficos hayan usado a menudo los caminos que dibujan los cursos de agua.
Precisamente el Ebro, que recorre gran parte de Iberia –a la que da nombre- es un gran ejemplo de cómo en distintas épocas ha sido itinerario de tránsito, especialmente en momentos claves de la historia. Recorrer su orilla, desde la sierra de Hijar de donde nacen sus aguas, de una espectacular naturaleza y gran riqueza etnográfica, hasta Valderredible donde se adentra en las tierras altas burgalesas, además de un disfrute del paisaje, es un paseo por la historia que, a poco que sepamos mirar, descubriremos a lo largo del recorrido. Asentamiento romano, refugio de los primitivos cristianos, posible vía de migración de una incipiente lengua popular aún sin escritos, lugar de gentes de gran sentimiento religioso y monjes que les animaban a la oración…





























Hay caminos también que solo lo transitaban los lugareños, que llevaban a lugares escondidos a dónde solo ellos necesitaban ir.  La ruta entre Caín y Poncebos era inicialmente un tortuoso camino que serpenteaba encaramándose por las escarpadas laderas de la garganta del Cares. A principios del Siglo XX, el aprovechamiento hidroeléctrico de las aguas del río, originó que se construyera una canal a lo largo de más de once kilómetros y con ella una senda tallada en la roca que facilitara su fabricación y posterior mantenimiento. Con los años y con el atractivo que tienen para la gente los paisajes naturales, especialmente los agrestes de los Picos de Europa, la Ruta del Cares se ha convertido en uno de los caminos más concurridos de Europa. Un paisaje espectacular, un recorrido por el interior de una estrecha garganta de farallones de roca, una senda cómoda en comparación con la primitiva ruta y un atrevido recorrido sobre los abismos de la garganta lo convierten en único, donde el agua continua su lenta labor de erosionar la caliza de los Picos de Europa.






















Fotografías realizadas en octubre y diciembre de 2018 y mayo de 2019