martes, 17 de abril de 2012

Grafitos y estarcidos

Doblé una esquina ya de madrugada y me la encontré. ¡La mismísima Marilyn!. La poca luz, y quizá las copas de la velada, me confundieron unos instantes...  me volvió a la realidad su cara de granito y el perfil de espray, aunque no parecía obra de artistas callejeros. Trazos demasiado regulares y concisos para el pulso de un grafitero, para artistas a “mano alzada”…


Luego, con la luz del día encontré mas estarcidos, aunque no volví a ver a Marilyn. Y es que ahora, en las paredes madrileñas se usa mucho la plantilla. Es más rápido, concreto e iguala todos los grafitos. Ya se sabe, actualmente eso “marca tendencia”. Quizá también, como en otras cosas, resulta útil para los que no disponen de muchas habilidades.





La variedad de temas es amplia, tanto como los autores y los mensajes que se expresan, incluso como indicador en zona “fina” y elegante: aparque aquí su perro mientras hace la compra:
Pero, dejando al margen las persianas de los comercios, casi todas decoradas por grafiteros de encargo y con la temática correspondiente, todavía algunas paredes muestran la huella de los aerosoles. Sin duda, de los que me he encontrado, el rostro picassiano es mi preferido.




Madrid (y 5)

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