miércoles, 22 de noviembre de 2023

Uzbekistán

No se puede conocer un país en una semana y, más aún, si la apretada agenda de visitas son a lugares que, con gran contenido histórico, arquitectónico y cultural, están especialmente preparados para la visita turística y no queda tiempo para convivir con los habitantes locales. Así que solo puedo comentar la impresión que me he llevado durante estos días. Se trata de un país con una población muy joven, muy tranquilo –la policía no lleva armas-, muy limpio, con las calles de las ciudades urbanizadas en la época soviética impresionantemente anchas y con mucho arbolado que contrastan con los cascos antiguos de calles estrechas y mal urbanizadas. La gente es seca en el trato –nada que ver con nuestro carácter mediterráneo- pero amable y que, sorprendentemente,  les encantan las celebraciones, son respetuosos con las tradiciones pero se adivinan también algunos tendencias de modernidad, lógicamente en la gente joven. Salvo en los trabajadores del sector turístico, la población solo habla uzbeko o ruso y ahora se ha empezado a enseñar en los colegios el inglés. De mayoría musulmana (el 94%) el Estado se declara laico y promueve la tolerancia y el respeto a las distintas prácticas religiosas.















Taskent, capital de Uzbekistán















Biblioteca Nacional




Iglesia ortodoxa (Samarkanda)


Iglesia católica (Samarkanda)



Iglesia armenia (Samarkanda)




















Uzbekistán, es un país joven –se independizó en 1991- pero con una impresionante historia casi desconocida por estos lares. Ubicado en Asía central, es encrucijada de caminos entre el resto de países de este continente. Lógicamente a lo largo de los tiempos fue un territorio ambicionado por todos los pueblos e imperios que le rodearon y una zona de tránsito entre Asia y el Mediterráneo –y Constantinopla- por donde viajaban las caravanas con especias y sedas entre otros codiciados productos. Varias rutas atravesaban el actual Uzbekistán, la más conocida la Ruta de la Seda, célebre gracias a las crónicas de Marco Polo. Un español, Ruy González de Clavijo, también nos relató dos siglos después –hacia 1404- la vida en las ciudades y de sus gentes en su viaje a Samarcanda, en la entonces Gran Bukaria, como embajador del rey castellano Enrique III ante Tamerlán.  Su territorio actual, habitado desde la edad del bronce, fue invadido a lo largo de los siglos por griegos, distintos pueblos nómadas, árabes, persas, turcos... desde Carlo Magno a Gengis Kan. Mas recientemente, a finales del siglo XIX, los territorios de Asia central fueron también conquistados por el Imperio ruso que, con la caída de la Rusia zarista por la Revolución de Octubre y, tras una fuerte resistencia, Uzbekistán se convirtió desde 1924 hasta su independencia en una de las repúblicas de la desaparecida URSS.





Casas de la época del Imperio ruso (Zarista)


Hotel de la época de la URSS
































Uzbekistán (1)

(Fotografías realizadas entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre de 2023)

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