jueves, 6 de noviembre de 2014

Altivo y árido paisaje



Cuando en pleno invierno la considerable capa de nieve suaviza el relieve de los Picos de Europa y le da su extraordinario aspecto alpino, es difícil imaginar el paisaje que se esconde debajo del manto blanco. Incluso cuando durante el verano abunda la roca caliza, pero los neveros permanecen por doquier, resulta difícil concebir una extensión tan grande sin arroyos y sin un ápice de vegetación, un inmenso pedregal con cimas que superan los 2600 metros de altura y hoyas cerradas, “Jous”, que engullen el agua de lluvia y deshielo hacia los abismos que se ocultan en su interior y surgen mas tarde por los manantiales de los verdes valle que circundan este macizo. Solo finalizado el verano, cuando sólo quedan las pequeñas manchas de nieve perenne y el sol reverbera en la piedra del corazón de estas montañas, por el Cerredo o por Llambrión y Torre Blanca, se hace evidente la sensación de inmensidad árida y rocosa, a la vez que la abrumadora impresión de alta montaña. Un caótico y espectacular karst donde los desniveles y la sucesión de lapiaces alargan las distancias. Cimas en equilibrio y paredes verticales, terreno de juego al fin y al cavo, de amantes de los horizontes amplios.

 Hoyo Sengros






 
 Torrecerredo


 Tiro Llago, Torre Blanca y Llambrión. A la derecha, Collada Blanca



Detalle del fondo del Hoyo Sengros




Montañeros recorriendo la arista desde el Llambrión a Torre Blanca




Montañeros en la cima de Tiro Llago




Crestería de la Torre del Hoyo Oscuro, Madejuno y Tiro Llago




 Fósiles en la roca caliza





Fotografías realizadas el 25 de octubre de 2014

 

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