lunes, 21 de marzo de 2011

Perigeo y apogeo

Son términos que denotan puntos opuestos, pero que estos días han concurrido a la vez en mi jardín.
Del perigeo en la órbita lunar nos hemos enterado todos, lo hemos comprobado en el alto coeficiente de las mareas, especialmente con las espectaculares bajamares. Pero no hemos podido verle la cara a la luna lunera, que nos anunciaron estaría más radiante y vistosa, ahora que luce llena. Cosas de los cielos nubosos de esta tierra. Pero, aunque fuera en creciente y con la ayuda de un telescopio terrestre –esos para mirar aves-, ya se había dejado fotografiar desde mi balcón.





















El apogeo, como “punto culminante de un proceso”, está sucediendo en un peral, el tempranero “peral de San Juan”, ese que da ricos perojos y que estos días se viste de blanco pleno de flores. Madrugador árbol que no pierde un día de primavera para dar envidia de su elegancia mientras otros, como la vecina higuera, se esfuerzan con sus brotes anuales. Eso sí, su blancura no le durará mucho, pronto perderá el color al caerse sus pétalos para que allá por junio degustemos sus frutos.






No hay comentarios:

Publicar un comentario