sábado, 27 de noviembre de 2010

Jaipur "La Ciudad Rosa"




Desde Delhi a Jaipur, en la región de Rajastán, hay 250 kilómetros por una peculiar, al menos para nosotros, autopista de peaje. Seis horas de zigzagueantes adelantamientos necesitamos para recorrerlos por la saturación de vehículos, en su gran mayoría enormes camiones, que formaban largas caravanas y que, al atravesar alguna población, se estrechaba por el tránsito de personas, carros, vacas y hasta dromedarios arrastrando carros. Además, los carriles de las orillas estaban ocupados por camiones detenidos arreglando averías o pinchazos ya que una red de mecánicos ocupan los arcenes y trabajan al aire libre junto a sus respectivos chamizos.

La ciudad nos recibió con su abrumador gentío abarrotando las calles, cruces y rotondas,  con innumerables motocicletas, coches y carros en una locura circulatoria, un ordenado caos pensamos nosotros, donde cada uno se abre paso como puede, peatones incluidos, sin la menor muestra de impaciencia, suspicacia o enfado. Y además ¡sin una sola colisión o roce!.












Con su aspecto decadente, La Ciudad Rosa, como se la conoce por color de sus edificios históricos, conserva el recinto de la vieja ciudad y sus palacios, el zoco y restos de bellas construcciones. Fue pintada de ese color, el de la buena suerte, en 1963 para dar la bienvenida al Príncipe Alberto.



El Hava Majal, conocido como El Palacio de los Vientos, debe su peculiar fachada a un diseño encargado por el majaraja Pratap Singh a modo de gigantesco velo (pardah) para que las mujeres del harén pudiesen contemplar la calle sin ser vistas.




Solo dos días vividos en India y ya se fijan en nuestra memoria multitud de impresiones, destacando el carácter especial y amables de la gente y cómo, contrariamente a lo que sucede en otros sitios, acceden a dejarse fotografiar incluso cuando son todas nuestras cámaras enfocan a la vez sus expresivas miradas, sus poses o coloridas vestimentas.
De esa variedad de escenas de vida cotidiana, situaciones y personajes están haciendo un buen acopio José Luis y Ramón con unas espectaculares fotografías.

3 comentarios:

  1. Veo mucho colorido por esos lares. Por aquí sigue tan gris y lluvioso como lo dejaste.
    Seguiremos tus andanzas. Un abrazo.

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  2. ME ENCANTA....ME ENCANTA....,QUE ENVIDIA PODER VER ESAS GENYES TAN FELICES CON TAN POCO,SIGUE APROVECHANDOLO

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  3. ...Y yo, aquí, lamiéndome las heridas...
    Bonitas fotos aunque podrías agragar algún comentario. ¡¡¡Queremos sabeeeer!!!
    Da recuerdos a Ramón de mi parte y sigue disparando a todo lo que se mueva. Un abrazo

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