Arte callejero

 A veces es difícil distinguir, en su aspecto creativo, a un artesano de un artista. Ambos trabajan con sus manos y con la técnica adecuada para su obra y, quizás, lo que les diferencie sea su capacidad de crear obras nuevas, únicas  y originales. En cualquier caso, siempre es agradable encontrar muestras artísticas mientras caminas por la calle, especialmente si las encuentras en el momento de ejecutarlas

Arte en la piel

Las encontré en Moulay Idriss, la cuarta ciudad sagrada del Islam, en plena calle, haciendo corrillo en la plaza. Un grupo de mujeres se agolpaban alrededor de otras esperando turno para “hacerse las manos”. Con gran habilidad otras mujeres las decoraban las manos con llamativos dibujos de henna. Aunque inicialmente solo parece tratarse de estética femenina y moda tradicional, la destreza y los resultados de sus trabajos se parecen más a pequeñas obras de arte. Algunas elegían los diseños de un catalogo creado previamente y otras daban libertad a las artistas que cargaban en una jeringuilla con fina boquilla metálica el preparado de pasta y, con trazos precisos, perfilaban los dibujos.

La misma escena la encontré en una esquina de la plaza Abdellah Guennoun, cerca de la puerta Bad Elkassabah, en la medina de Asilah. Otro grupo de mujeres esperaban turno mientras otras artistas decoraban manos con la misma técnica y la misma rapidez y habilidad con la que se escribe con un bolígrafo. Arte perecedero este que renuevan a menudo, especialmente en acontecimientos sociales relevantes, como marca la estética y la tradición ancestral.

Street Art

Más actual, y nada tradicional, es pintar los muros de las calles como forma de expresión artística o, incluso, con mensajes reivindicativos. Algunos creadores callejeros han dejado su huella en las paredes con distintos mensajes, a veces bilingües, o dibujos que resisten el paso del tiempo poniendo algo de color en las calles. Unos son anónimos, otros, especialmente los del pueblo costero de Asilah, llevan firma del autor y fecha de la creación, como debe ser en un pueblo especialmente volcado en el arte y donde residen muchos artistas de diferentes modalidades y estilos. Por algo se le conoce como “el pueblo de los artistas”.

Fez

Moulay Idriss

Bhalil

Essaouira

Asilah

Tánger

  

Marruecos (2)

Fotografías realizadas del 2 al 15 de abril de 2024

Artesanos de Marruecos

 Viajar por Marruecos es descubrir en cada ocasión lugares y gentes distintas. Si, además, se tiene la oportunidad de encontrar lugares donde aún no ha llegado el turismo, al menos el turismo de masas, el itinerario es más enriquecedor. En este caso el recorrido, desde el norte por los de verdes valles de las montañas del Rif hasta las llanuras de horizontes ocres bajo las montañas del Atlas, o las interminables playas de la costa, ha mostrado una sorprendente variedad de paisajes. Todo un descubrimiento para quien, en ocasiones anteriores, había realizado visitas más breves y a sitios concretos. Este viaje me ha permitido conocer nuevas ciudades y pueblos donde la vida cotidiana se desarrolla con sencillez, como es su gente, y aprender algo más de su cultura y de sus inquietudes. Al contrario de los lugares ya masificados  por los turistas donde el forastero es, lógicamente, objeto de negocio, en esos pueblos me he encontrado con personas muy educadas, hospitalarias  y amables con el visitante. También he constatado cómo todavía el trabajo artesanal pervive en este país pese al mundo globalizado y dominado por la producción en cadena. Artesanos que ponen lo mejor de su quehacer en pequeños talleres, generalmente en las estrechas y laberínticas calles de las Medinas de las ciudades.

 

En un pequeño local donde apenas cabe la máquina de coser, este artesano de Fez corta el cuero y lo cose creando diferentes modelos de carteras, billeteros y bolsos.

 

También en La Medina de Fez, el orfebre recorta y graba el metal para luego, a suaves golpes de martillo, incrustar un hilo de alpaca y crear una original decoración.

 

Muy cerca de allí, este artista en realidad se dedica a la pintura pero "como no da para comer" vende ropa en su taller mientras crea pendientes de cuero y alpaca que, según nos cuenta, se venden mejor.

 

En Marrakech, este artesano trabaja la madera tallando llamativos decorados para mesas, sillas y distintos muebles. Lo encontré tallando un marco.

 

Marruecos (1)

Fotografías realizadas del 2 al 15 de abril de 2024

También la lluvia

Es el título de una bonita película de Iciar Bollaín, pero no deja de ser uno de los elementos que hacen del paisaje de mi tierra un universo de verdes y frescor. Ya sabemos que el sol es vida, pero últimamente durante muchos días mirábamos al cielo con la esperanza de que las nubes nos proporcionaran  el agua que alimentara nuestros arroyos y ríos para que tierra, flora, fauna y humanos no llegáramos a tened sed en el estío. Y es que el agua, tan vital y deseada cuando escasea,  convierte además muchos rincones en paraísos para el disfrute y la relajación, proporciona formas de vida fuera de las grandes urbes, esculpe el paisaje y el subsuelo y nos hace sentir aliviados cuando cumple su ciclo natural. Por fin, también la lluvia acudió a su cita.

Fotografías realizadas en febrero y marzo de 2024