Hay profesiones
cuyo ejercicio puede ser, en muchas ocasiones, muy duro y para el que hace
falta poseer una gran dosis de valor, fortaleza y empatía. Y, además, ser muy
conscientes del deber. En estos días lo podemos comprobar entre los que
trabajan por el bien de los demás, especialmente entre el personal sanitario que,
trabajando en contacto con el virus, pelean por sacar adelante a todos los
pacientes.
Por eso, a
la hora de elegir una profesión, y con mayor motivo las que trabajan para
evitar el mal ajeno, es tan importante tener vocación, poseer capacidad de
servicio, ser capaces de sacrificar en algunos momentos la seguridad propia por
el bienestar de los demás. Como Inés y Ana, que han salido del anonimato –y de su
“cómodo” confinamiento- para ofrecerse a sus vecinos, como algunos más en este
país, para asesorarles o ayudarles, especialmente a los de alto riesgo. Son
estudiantes de medicina. Digno relevo de los que hoy se baten el cobre por
nuestra salud.
¡Serán,
seguro, grandes profesionales!
(Transcripción
de la nota que han puesto en los ascensores de
su casa)
su casa)
Vuestras
vecinas estudiantes de medicina del
3º C (Ana
e Inés) os queremos informar que
estamos a
vuestra disposición para cualquier
tipo de
duda, consulta o ayuda que puedan
precisar.
Pueden llamarnos
o dejar sus dudas en nuestro
buzón.
Aquellas
personas de alto riesgo que no
puedan o
deban salir de casa para comprar,
pasear al
perro, nos ofrecemos a hacerlo
nosotras
(sin ánimo de lucro)
Un abrazo fuerte y mucho ánimo!!
Un abrazo fuerte y mucho ánimo!!
Inés 699 ……
Ana 648……
5 de abril
de 2020
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