De
joven hasta puede parecer que los años van demasiado despacio con esa ilusión
por ser mayor, por ser independiente y poder hacer lo que quieras sin contar
con nadie. Ese afán juvenil de no rendir cuentas y probar lo prohibido, amar,
ensalzar la amistad, dar rienda suelta a la vida y a las locuras que surjan espontáneamente
en cualquier momento. En fin, vivir con intensidad y sin límites.
Ahora,
desde la perspectiva del tiempo ya vivido, momento a momento, minuto a minuto,
con tan vertiginosa velocidad que al mirar atrás produce vértigo y te impide
recordar con exactitud -siempre resulta ser mayor- cuánto tiempo hace desde
cada acontecimiento conmemorado, ¡ahora resulta tan corta la vida...!
Y es que algún sabio ya entradito en años contestó, a la pregunta de cuál era su edad, que
tenía “unos veinte, con suerte”, porque en realidad eran los años que le
quedaban según la media de esperanza de vida, los anteriores ya nos los tenía.
Pero,
paradojas de la vida, en el momento que añoras poder ralentizar el tiempo
porque no te llega para los planes que te pasan por la cabeza, porque tienes la
sensación de que se escapa entre los deseos, resulta que ansías que todo pase
pronto. Los días entre cuatro paredes se hacen eternos, parecen vacíos, aunque llenos
de temores, saturados de silencios infinitos que nos confunden la mente tan
acostumbrada ya a una existencia sin ellos. Anhelas que cada día sea toda una
semana. Deseas poder, viajando en el tiempo, llegar al día después, al tiempo
en que ya pasó todo y, sin necesitar abrir la ventana como cada mañana, abrir
de par en par la puerta y salir a que te moje la lluvia o te bañe el sol,
acercarte a la gente, abrazar por doquier, besar intensamente, correr y correr
calle arriba y calle abajo hasta perder el aliento por el esfuerzo y no volver
a los días anteriores cuando estábamos tan temerosos de perder ese aliento
entre cuatro paredes.
30
de marzo de 2020
Fotografía realizada en el collado de Pandébano (Picos de Europa) en 1975
Fotografía realizada en el collado de Pandébano (Picos de Europa) en 1975
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