¡Qué agradable sentir después de tanto tiempo el crujir de
la nieve dura al pisar con nuestros crampones! Un sonido inconfundible y
adictivo para los amantes de la montaña. Volver a notar la tensión de los
gemelos al forzar la postura para clavar todas las puntas en la pendiente con
un estado de forma muy mermado por tanto tiempo de inactividad. Sentir, en una
palabra, que formas parte de nuevo del paisaje invernal en una jornada de cielo
plomizo, pero con temperatura agradable y que, como puede ocurrir en la alta
montaña, el tiempo va empeorando, cubriendo de nubes crestas y cumbres, y
comenzando a nevar. En algunos momentos las ráfagas de viento resultan
desagradables y limitan la visión, obligando a modificar la ruta para seguir
disfrutando del “cramponear” nieve virgen en nuestros queridos
Picos de Europa.
Otra vez, las previsiones meteorológicas se cumplieron con
precisión y al mediodía el cielo se despejó obligado por el viento sur y llevó las nubes a la Cordillera Cantábrica para permitirnos a nosotros deleitarnos del
paisaje blanco que nos rodea y, ya de regreso, terminar de disfrutar de una jornada tanto
tiempo esperada.
Fotografías realizadas el 13 de febrero de 2021
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