O lo que es lo mismo, del siglo XI y las iglesias del
románico catalán del valle de Bohí a la proyección digital por ordenador del
siglo XXI que nos permite contemplar cómo eran las pinturas murales originales
que decoraban las iglesias. Es en concreto el ábside de Sam Clemente de Tahull
donde descubrir la grandiosidad y el colorido de la decoración original, en su
mayoría desaparecida por saqueo y el resto trasladada al museo para evitar su
desaparición total. En su lugar, los técnicos proteccionistas han reproducido
con exactitud algunas de las pinturas, como los de la iglesia de San Juan de Bohí
que permiten hacerse una idea de cómo fueron decoradas y su profusa simbología.
Además de la arquitectura de los templos, llama la atención lo altas y esbeltas
que son todas las torres campanario de estilo lombardo del valle, y que en su
construcción cumplieron con el mismo canon, o proporción de medidas, de los
minaretes, que consiste en que la altura es igual al perímetro.
Aspecto actual del ábside de la nave central con una reproducción de las pinturas
Proyección digital para simular el aspecto original y poder apreciar lo espectacular del conjunto y los detalles de las pinturas
La población de Tahull desde el campanario de San Clemente con la torre de la iglesia de Santa María (al fondo a la izquierda)
Iglesia de Santa María de Tahull
Iglesia de San Juan de Bohí y reproducción de las pinturas
Iglesia de Santa Eulalia de Erill la Vall
Reproducción del conjunto escultórico del Descendimiento, cuyo original fue realizado en madera de álamo y que aún muestra restos de su policromía
Iglesia de la Natividad de la Madre de Dios de Durro
Fotografías realizadas el 31 de agosto de 2018
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