Dejada atrás la época invernal en los Picos de Europa sus
cumbres se van despojando del manto blanco poco a poco. En pleno verano todavía
aparecen salpicados aquí y allá manchas de lo que fueran grandes acumulaciones
de nieve manteniendo, más si cabe, el aspecto alpino del paisaje. Por estas cimas,
donde puede nevar cualquier mes del año, la época estival no es sinónimo de sol
y cielo azul constante. Su condición de alta montaña y la proximidad del Mar
Cantábrico hacen que el cielo cada día sea una sorpresa y que las nubes jueguen
también en muchas ocasiones a dar al paisaje un toque diferente, le aporten
manchas blancas en jirones o en forma de mar de nubes o, incluso, cubran con
velo las siluetas de paredes y crestas. En Urriello, por Horcados Rojos, Tesorero
o La Padiorna o por La Rasa y La Tabla de Lechugales, nieves y nubes realzan los
desniveles, los valles circundantes y el grandioso horizonte que nos rodea al
llegar a la cumbre.
(Haced click sobre las fotos para ver a mayor tamaño)
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Fotografías realizadas en el verano de 2019
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