Recorrer algunas zonas de los Picos de Europa, aunque sea
durante el verano tan frecuentado de montañeros y turistas, supone realizar
ascensiones sin encontrar apenas gente y descubrir donde se refugian los
rebecos de tanta presencia humana. Casi media docena de manadas pudimos
contemplar durante nuestra ascensión al Pico Boro y Cueto Tejao, en el Macizo
Oriental. Como era jornada de nieblas en las laderas los primeros grupos se intuían
entre las brumas y aunque nos parecieron formados por muchos ejemplares, más
tarde llegamos a distinguir uno más numeroso pastando cerca del Valdominguero,
una treintena de individuos llegamos a contar, ¡lástima que los teleobjetivos
pesen tanto (y se queden en casa)! Superadas las nubes, descubrimos la flora que año tras año florece con el estío entre los pedregales. Pero, sobre todo,
disfrutamos del amplio horizonte de cumbres y crestas de nuestros Picos y del
mar de nubes que cubría la costa y el Cantábrico.
Fotografías realizadas el 25 de agosto de 2018
Mis 2 webs (sin publicidad) pueden interesarle a usted: yofrenoelcambioclimatico.blogspot.com (MENOS es MEJOR) y plantararboles.blogspot.com, un manual para reforestar, casi sobre la marcha, sembrando semillas de árboles autóctonos en zonas deforestadas, baldías, más o menos cercanas al lugar de su recolección. Salud, José Luis Sáez
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