A veces tienes que tirar de experiencia para que, pese a las malas perspectivas que
presenta un amanecer con lluvia y cubierto de nubes, sigas adelante con la
intención de disfrutar de una buena jornada de montaña. En esta ocasión, hasta La Vueltona no se
confirmaron las expectativas de ver el cielo azul y prescindir de la ropa de lluvia. Hasta bien entrada la mañana estuvieron las
nubes jugando al “ahora me ves y ahora no me ves” con las cumbres y las
crestas.
Por las cotas altas, el día transcurrió luminoso, con las
cumbres alcanzando el cielo y los “reyes de Picos” (los rebecos) utilizando las
peñas más altas para llegar a él.
Al terminar la jornada, fue inevitable sumergirse de nuevo en
las tinieblas que, como un mar de nubes, cubrieron los valles durante todo el
día.
Fotografías realizadas el 19 de agosto de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario