Alimentar el cuerpo y el espíritu, indispensable para una
vida sana y un ánimo dichoso, ofrece el barrio ruilobano de Liandres. Y no es precisamente
porque en su ermita, dedicada a Nuestra Señora de los Remedios, se obren milagros sobre
todos aquellos que allí se acerquen, creyentes o no, sino porque en el jardín
de la propia ermita o en el comedor con vistas, Samuel y su equipo,
deleita los paladares y alegra el
ser. Y si eso no fuera poco, tras los postres no hay nada como corto paseo para acercarse, en dos pasos, a la costa y contemplar el mar.
Y es que entre la Punta de las Cornejas y la Punta del Miradoiro, la Ensenada
de Fonfría ofrece un paisaje único sobre el Cantábrico, un mirador relajante
donde agrandar el alma.
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