Me senté a ver el mar…
…y el mar se había ido.
El otro lado estaba al final del arenal
y caminé hasta allí, un lugar nuevo,
nuevo para mí.
Encontré una isla sumergida en un charco pintado,
un ojo brillante azabache mirando al cielo
y geografías de colores entre las sombras.
Me adentré en las cuevas
y el sol me deslumbró…
…reflejado en tu pelo y en fondo del mar…
...y se me escapó la poesía, torpe, se la llevaron las olas a otro lugar,
nunca supe poner música a las palabras,
no supe las imágenes rimar.
no supe las imágenes rimar.
Así que… me senté a esperar,
a esperar tras el cristal.
Tiempo de mar, tiempo de a-mar.
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