martes, 30 de agosto de 2011

Desaparecidos









































Desaparecidos
Escondidos
Secuestrados
Arrestados
Presionados
Apresados
Retenidos
Encerrados
Castigados
Incomunicados
Denigrados
Ocultados
Silenciados

Día Internacional de los Desaparecidos

lunes, 22 de agosto de 2011

Maldita puta guerra

Perdónenme, pero hay días en los que uno hace descubrimientos que le cabrean. No es nuevo maldecir la puta guerra, especialmente la depravada e injustificable Guerra Civil Española. Pero cuando tanta insensatez, crueldad y venganzas se asocian a nombres propios la sangre se altera especialmente. Y aún algunos se empeñan en alimentar ideologías trasnochadas de izquierdas y derechas, de rancios odios y rencores, de crímenes que se justifican por los asesinatos realizados por los contrarios ¡Qué desastre humano! ¡Qué desastre intelectual para un país! ¡Cuándo el hombre evolucionará hacia un ser más humano, más sabio, más ético!
Todo esto viene a que hoy he descubierto a un artista que me ha impactado. Disculpen mi ignorancia, especialmente mis vecinos asturianos, por no conocer la obra de Antón Rodríguez García, pintor y escultor al que la puta guerra, la Civil, truncó la vida con tan solo 26 años. Si sus dibujos son buenos y sus pinturas expresivas, sus esculturas no dejan indiferentes, más aún cuando sabes que las realizó un joven escultor al que los años le hubieran acercado seguramente a la genialidad. Su obra, además, es una interesante muestra etnográfica de la época, de su pueblo y sus personajes, de la moda y los atuendos, representados detalladamente. ¡Lástima de vida creativa tan breve!
 




Si viajáis cerca del asturiano Cabo de Peñas, no dejéis de visitar la localidad de Candás y su coqueto Museo Antón. Las fotos pertenecen a su web.

lunes, 15 de agosto de 2011

Desde tu ventana

Desde tu ventana se respira aire fresco,  me envuelve una luz cálida y el horizonte es más nítido. Desde tu ventana me entra la inspiración y los paisajes se me antojan más hermosos. Desde tu ventana los días son más largos, más tranquilos, de eterna primavera.








Desde tu ventana los árboles y el mar. El mundo más allá de los árboles y del mar. El mundo  formado por muchos mundos iguales y diferentes. Paraíso. Planeta de seres, de personas que viven sencillamente, que habitan lugares humanizados, de niños que juegan y crecen en paz en las calles del barrio, y siempre en todas partes, al norte y al sur, madres anhelantes de paz y justicia, trasmisoras de lenguas y culturas, desveladas por sus vástagos y dispuestas, si fuera necesario, a dar su vida por ellos.



Que el mundo, de norte a sur, sea de una vez y para siempre igual que el que se ve desde tu ventana.

jueves, 11 de agosto de 2011

Ahora

Leo un titular hoy: “Y ahora van a por Francia”. “Los especuladores atacan la banca francesa…”. No entiendo de economía, bueno, de esa economía que solo entienden los economistas aunque cuando les preguntas en futuro nadie afirma ni te asegura nada; porque de la economía de verdad si se, dos y dos son cuatro y si tengo cuatro no puedo comprarme nada que valga cinco. La cosa es que, según el titular, los especuladores son un ejército de la hostia y cada día atacan el país que quieran (léase: al beneficio obtenido por sus ciudadanos con su trabajo). Yo creía que eran simples buitres.

Ahora que los griegos son “el sur del norte”, osea, los nuevos esclavos para las décadas futuras gracias a que han sido “rescatados”. Ahora que hay que restringir (porque a ellos les da menos beneficios de los que quieren) el “estado del bien estar”, ese con el que han soñado y por el que han trabajado generaciones. Ahora que, como habíamos tirado la casa por la ventana, nos vemos sin techo; ahora que a algunos se les empieza a terminar el dinero negro acumulado durante estos años de vacas gordas; ahora que sabemos que ayuntamientos y estados han gastado el dinero de dentro de diez años; ahora toca a los de siempre solucionar el problema, como siempre con su trabajo y cobrando menos y, desvergüenza supina, regalando a los mercaderes los servicios públicos, los creados entre todos, para que todo sea más caro y los especuladores ganen más.
 Ahora, antes que nada, hay que replantearse el futuro. Pese a quien le pese, claro que son los de siempre y los que se empeñan, sea lo que sea, en que nada cambie. Es evidente que el sistema ha fallado, ha creado su propio monstruo insaciable capaz de auto-engullirse. Una vez más hay que reinventar nuestra sociedad, esta vez más justa, más ética y más humana. Y, sobre todo, esa nueva tarea debe realizarse entre todos y, por supuesto, sin dejar que metan las manos quienes nos han guiado hasta aquí. 





martes, 9 de agosto de 2011

Indígenas


Los pueblos indígenas son más de 5.000 y suman la cifra de 370 millones de personas en el conjunto de la población mundial. Constituyen la base de la amplia variedad cultural, y por tanto,  intelectual de la humanidad. Además de su adaptación al medio, habitando los lugares más variados del planeta -desde desiertos helados a desiertos secos, selvas, montañas,…- han desarrollado el conocimiento y la técnica adecuada para la supervivencia y el aprovechamiento durante siglos de los recursos de cada lugar sin agotarlos (sustancias medicinales, cultivo y recolección de alimentos, material de construcción,…). Por su variedad cultural  y cosmovisión aportan a la humanidad un gran patrimonio lingüístico, lo que convierte al ser humano en la especie capaz de comunicar conceptos, tangibles o abstractos, con el mayor número de formas distintas.


 

























Salvaguardan los conocimientos humanos desde tiempos ancestrales por lo que la tolerancia, la conservación de sus conocimientos, la protección de sus lenguas… se hacen imprescindibles, no solo por respeto como seres humanos, sino también como forma de evitar la a-culturización de la humanidad.

Solo algunos datos:
-La población indígena es la que en mayores porcentajes sobrevive por debajo de los índices de pobreza.
-Han sido despojados o corren el riesgo de ser despojados de sus territorios por explotaciones madereras, pesqueras, mineras o de hidrocarburos.
-Desde que el ser humano empezó a hablar, unas 30.000 lenguas han desaparecido. Actualmente, de las 6.000 o 7.000 lenguas del mundo, unas 3.000 están en peligro de desaparición. Todos los años, al menos 10 idiomas desaparecen.

Y una reflexión (del reportaje de "La 2Noticias" ):
..."son sociedades del siglo XXI como las nuestras, simplemente viven de manera distinta...".

   9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas

Recuerdo su mirada

Trabajaba en los trasbordadores que llevaban a personas y vehículos de un lado al otro del río, cerca de Lago Agrio en la provincia de Sucumbios, en la Amazonía ecuatoriana. Vendía unos deliciosos bocadillos hechos con banana frita rellena de queso fresco. Una delicia.
Nos observaba muy atenta, como lo hacían todos los niños ante nuestra presencia extranjera. Hija de colonos llegados con el espejismo de riqueza que las explotaciones petrolíferas parecían ofrecer, empezaban a padecer la pobreza que la abundante mano de obra dejaba al sacar las bombas automáticas el crudo de los pozos. Sin ir a la escuela para poder ayudar económicamente en casa, en una región sin médicos para atender los problemas de salud que la alta contaminación procedente de las extracciones y las averías de los oleoductos había extendido por la zona, éramos, sin duda, la novedad que rompía aquel día su rutina habitual.
Hoy, seguramente, será una de los lugareños que luchan por que se haga justicia. Para que Texaco cumpla sus compromisos de descontaminación y retirada de balsas con desechos altamente contaminantes o que indemnice por la contaminación del suelo y del agua, por la deforestación, por los problemas de salud y los daños causados. Mientras, yo mantengo nítido en el recuerdo las cisternas de la empresa petrolera deshaciéndose de residuos en los arroyos, las excavadoras, como en la escena de Avatar, arrasando la selva en un constante avance y la preocupación que nos trasladaban las madres por el aumento de enfermedades de sus hijos, principalmente cutáneas, y, paradojas de la cuenca del Amazonas, la falta de agua potable. Pero, sobre todo, recuerdo su mirada y la sonrisa que me regaló al hacer la foto.